ESCENA 26

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Al lado del pozo había una ruina de un viejo muro de piedras, y ahí estaba el principito. Lo oí que hablaba: “No te acuerdas”. Alguien le respondió: “Sin duda”. “Si es el día pero no es el lugar” dijo el principito. Continué caminando hacia el pozo pero no vi a nadie, el principito continuo diciendo: “Claro espérame que allí estaré yo esta noche”, yo estaba lo bastante cerca y no distinguía nada, el principito después de un silencio, dijo: “¿Tienes un buen veneno? ¿Estas segura de no hacerme sufrir mucho?”. Me detuve sin comprender. “Ahora vete” dijo el principito. Cuando llegue donde estaba él me dijo: “Me alegra que hayas encontrado lo que faltaba a tu máquina. Así podrás volver a tu tierra”. “¿Cómo lo sabes?” no respondió a mi pregunta si no que dijo: “También yo vuelvo hoy a mi planeta, es mucho mas lejos y mas difícil” Su mirada se perdía en la lejanía. “Esta noche hará un año. Mi estrella se encontrará precisamente encima del lugar donde caí el año pasado”. Me dijo el y yo le respondí: “¿No es cierto que toda esta historia de serpientes, de citas y de estrellas es tan sólo una pesadilla?” pero no respondió a mi pregunta. Le dije: “Como me gusta tu risa”, “Precisamente ese es mi regalo”, “¿Qué quieres decir?” le pregunte. Pero no respondió y añadió: “Esta noche ¿sabes? no vengas”. Y yo le dije: “No te dejaré”. “Parece enfermo y prefiero que no me mires así”. Pero yo solo le respondía: “He dicho que no te dejare” “¿Sabes?... mi flor... soy responsable... ¡y ella es tan débil y tan inocente! Sólo tiene cuatro espinas para defenderse contra todo el mundo”. Me senté, ya no podía mantenerme en pie. Y el dijo: “Ahí está... eso es todo”. Vaciló todavía un instante, luego se levantó y dio un paso. Yo no pude moverme. Un relámpago amarillo centelleó en su tobillo. Quedó un instante inmóvil, sin exhalar un grito. Luego cayó lentamente como cae un árbol, sin hacer el menor ruido a causa de la arena.

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